Método semáforo

Este sistema es muy fácil de seguir. Como su nombre lo indica, se usan los tres colores del semáforo: verde si la tarea está hecha, amarillo si está sin completar y rojo si no lo has cumplido.

Es un método para organizar la agenda personal que le funciona incluso a los más despistados. Esto porque solo hay que apuntar el día anterior todas las tareas y rutinas que quieres (ir al gimnasio, bañar al perro, presentar un proyecto, etc.). Y al final del día, subrayar o poner los colores que correspondan.

Todas las tareas en amarillo debes apuntarlas inmediatamente al principio del siguiente día para no dejar nada a medias y a continuación las que quedaron en rojo.

¡Es muy gratificante ver, al final de la semana, como todo se va poniendo verde!